La bandera americana ardió la noche de ayer martes, durante las encolerizadas protestas de miles de manifestantes, contra el veredicto de un jurado en Ferguson (Missouri), contra el policía que ejecutó al adolescente Michael Brown, absolviéndolo del cargo de asesinato.
Las movilizaciones comenzaron en Nueva York a media tarde y ya entrada la noche, los miles de participantes, habían copado parte de las dos principales plazas, Times Square y Union Square, en tanto, una marcha se salió del control de la policía, cuando los manifestantes tomaron la avenida Broadway, hacia el Este por el centro de ancha vía sin contar con la autorización de la uniformada.
Pero, los agentes, se limitaron a custodiar a los manifestantes y no intervinieron para impedir o bloquear el paso de los coléricos protestantes, que en sus consignas y carteles, acusaron a la policía de ser una especie de KKK, con otro uniforme, además de dramatizar “tiroteos” y “asesinatos” de civiles a manos de agentes policiales.
También, usaron un líquido rojo, similar a la sangre el cual tiraron sobre la cara del Comisionado de la Policía, Bill Bratton y otros altos oficiales que le acompañaban en el comando de más de 2.000 policías anti motines, que fueron enviados a las calles.
Las protestas, se concentraron en las áreas céntricas de la metrópolis, mientras en barrios populosos como Washington Heitghs, donde residen millares de dominicanos, la noche se mantuvo tranquila.
Igual situación, se verificó en el Oeste y el Este del barrio negro y latino de Harlem, donde la quietud también marcó la noche. En suburbios de El Bronx, el escenario fue el mismo.
Pero a media mañana, la policía cercó el edificio de la Corte Federal del Distrito Este con sede en Brooklyn, donde numerosos manifestantes, acompañados por concejales, asambleístas y otros oficiales electos, protestaron por la decisión judicial en Ferguson.
Las calles de Manhattan, parecían un caos.
Fue la segunda noche consecutiva que se realizaron las protestas. Docenas de furiosos manifestantes, derribaron las barricadas sorpresivamente en Union Square, antes de que la policía pudiera impedirlo y tomaron la avenida Broadway.
“A la cárcel el policía asesino”, vociferaban los participantes que coparon seis largas cuadras en la parte baja al Este de Manhattan.
“La juventud está siendo asesinada”, gritaban otros.
En Times Square, desembocó la gran parte de los manifestantes y de allí, cruzaron a la calle 34, ante la mirada de la policía, pero cercados por los anti motines.
Docenas de manifestantes, se sentaron a la entrada del Lincoln Tunel, bloqueando brevemente el congestionado tránsito esa parte de la ciudad, que une a Manhattan con New Jersey a través de río Hudson.
Los que protestaban, bloquearon el espacio entre la calle 40 y la Undécima Avenida y se negaron a moverse a pedidos de la policía, permaneciendo por unos 15 minutos.
Otro grupo de manifestantes, se salió de la multitud y se dirigió a un tramo de la autopista Franklin Delano Rossevelt (FDR), donde también interrumpieron el tránsito en un carril.
Luego, se dirigieron al puente Williamsburg que cruza desde Manhattan a Brooklyn, deteniendo brevemente el tránsito, pero allí, la policía formó un cordón para tratar de detenerlos.
Otro enjambre humano se plantó en el puente Manhattan. “Blacks Lives No Matter” (Las vidas de los negros no importan”, se leía en gigantescas pancartas portadas por los manifestantes.
Mientras ocurrían las movilizaciones, el Secretario General de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki – Moon, hacía un llamado a la pacificación y la calma en Ferguson y los Estados Unidos.
Docenas de manifestantes fueron arrestados por la policía en distintos puntos de las protestas, en medio de forcejeos y enfrentamiento verbales con los agentes de la fuerza del orden.
